Foto: Freepik |
El 6 de marzo del presente año, la historia de nuestro país cambiaría drásticamente. Un hombre de 25 años, quien regresaba de unas vacaciones en Europa, sería confirmado como el primer caso de COVID-19 en Perú. Pasaron 9 días para que el domingo 15 de marzo se anuncie el estado de emergencia y la ya famosa cuarentena en el país o también llamada estado de aislamiento social obligatorio. Cuatro días después se anunciaba el primer fallecido a causa del virus en el Perú. El virus se esparcía por todo el país con el pasar del tiempo y a pesar de las medidas establecidas por el estado, la gente hacía caso omiso y seguía haciendo sus actividades con total normalidad, exponiéndose a sí mismo y a sus familiares. Era la crónica de una muerte anunciada la que no tardaría en llegar a todo el país. El 12 de abril el virus llegó a Ucayali, último departamento en reportar casos, así, todo el Perú estaba infectado.
Los casos
activos y muertes por la COVID-19 seguían aumentando, y a pesar de los
continuos mensajes a la nación del presidente Martín Vizcarra, la curva
aumentaba y no sé sabía cuándo podía revertirse la situación. La gente seguía
reuniéndose y la policía era cuestionada cada vez que trataba de hacerse
cumplir la ley. El estado de emergencia y aislamiento social obligatorio se
amplió hasta el 31 de julio.
La curva seguía
subiendo y Perú llegó a posicionarse como el segundo país con más casos en
Latino América y quinto a nivel mundial. Vizcarra decide ampliar el estado de
emergencia hasta finales de agosto, pero solo en algunos departamentos, la
capital del país no estaría en la lista.
A pesar de todo
lo generado por el virus, se derivan dos problemas que empeorarían la
situación. Primero que nada, la gente seguía haciendo sin obedecer las medidas
del estado y las reuniones sociales y familiares no paraban. El caso de la
fiesta en los Olivos fue el más sonado. El segundo fue la crisis política
generada por unos audios donde se le escuchaba al Presidente en conversaciones
con sus asesores sobre el caso Richard “Swing”. Problema que derivo en la
presentación de una moción de vacancia al presidente, la cual fue denegada el
viernes 18 de septiembre.
Ya estamos entrando a la semana 30 desde que se confirmó el primer caso de COVID en nuestro país, y la curva por fin parece empezar a bajar, estamos entrando a lo que se conoce como la nueva normalidad, sin embargo, no debemos bajar los brazos, esta nueva normalidad no significa poder hacer tu vida con tranquilidad como hace 7 meses la realizabas. Uno debe permanecer en casa y salir solo a trabajar o conseguir productos de primera necesidad. La crisis aún no termina y debemos ser responsables para afrontarla.
Comentarios
Publicar un comentario